Por ejemplo, un foco LED de 10 vatios puede generar entre 800 y 1000 lúmenes, mientras que una lámpara halógena tradicional de la misma potencia solo puede generar entre 400 y 500 lúmenes. En otras palabras, las lámparas LED son más eficientes energéticamente y tienen una mayor potencia lumínica que las fuentes de luz tradicionales.
En términos generales, cuando la bombilla LED alcanza la vida útil especificada (por ejemplo, 25 000 horas o 50 000 horas), su brillo caerá a aproximadamente el 70 % del brillo inicial y en ese momento será necesario reemplazar la bombilla LED.
En el mercado, si un downlight es LED se puede juzgar por los siguientes aspectos: 1. La apariencia y el diseño de la fuente de luz. 2. El brillo y el efecto luminoso de la lámpara. 3. El tiempo de respuesta del interruptor. 4. La generación de calor 5. La vida útil de la lámpara. 6. El color y el color de la luz de la lámpara.